El sector privado ha reclamado por años una reforma comprensiva de las leyes laborales y nunca lo ha conseguido. Las consecuencias políticas de una medida como ésa serían enormes para el Gobernador y potencial candidato a la reelección que la promueve y para los legisladores que se le unan en la iniciativa, coinciden en señalar analistas e incluso líderes del propio partido de gobierno.
“Si van a aprobar leyes para quitarles derechos a los trabajadores, se pierden las elecciones. La Ley 7 (que provocó el despido de miles de trabajadores del Gobierno) va a tener un efecto político negativo sobre el PNP y esto también... Si con todas las cosas que el Gobernador ha hecho no arranca la economía, no arrancó”, subrayó el alcalde de Toa Baja, Aníbal Vega Borges.
Aunque Fortuño insista en las enmiendas porque “él se quita de candidato”, el ex representante dijo que los legisladores deben abstenerse de aprobar proyectos que les resten derecho a los trabajadores.
“Ningún proyecto”, apuntó cuando se le habló de la semana comprimida, de la ampliación del periodo probatorio y de otras enmiendas laborales que impulsa el sector privado.
Si lo hacen, alertó, serán ellos, los senadores y representantes, los que no revalidarán en los comicios de 2012.
“Un ejercicio unilateral en esa dirección la clase trabajadora lo va a recibir bien mal. Ése sería un issue que se añadiría al de los despidos masivos en el Gobierno”, coincidió el analista político y profesor universitario Ángel Rosa, quien sostiene que líderes del propio Partido Nuevo Progresista son conscientes de los peligros de una movida como ésa.
Otro de ellos es nada menos que el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, que si cumple la promesa que hizo recientemente ante empleados de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, derrotará la reforma.
“Desde el Senado que presido, combatiré cualquier iniciativa que pretenda atacar los derechos de los trabajadores, la voy a atacar; no hay reforma laboral”, dijo Rivera Schatz al plantear que la reforma laboral tendría que estar predicada “en defender a los trabajadores, en darles más y mejores condiciones de empleo, no en quitarles derechos”.
“Pienso que no harán ninguna reforma. Ése es un discurso que han elevado los grandes intereses, pero Fortuño, a quien yo considero como un candidato inviable a la Gobernación, tiene que estar recibiendo mucha presión de parte de otros líderes del PNP que también despuntan como candidatos a la Gobernación”, afirmó Ángel Rosa, quien percibe que los cambios en las leyes laborales en lo que podrían terminar, a lo sumo, es en enmiendas sobre algunas compensaciones y en la jornada laboral, no en una mirada comprensiva de todos los estatutos vigentes.
El analista indicó que quizás Puerto Rico necesita de una reforma laboral, pero en otros países en los que la crisis económica ha golpeado con fuerza ése ha sido un proceso precedido de un diálogo con todos los sectores.
Para Fortuño y para los legisladores lo más sensitivo, políticamente hablando, es el timing de la propuesta.
A dos años de las elecciones , habría que actuar con demasiado sigilo si se pretende tocar los derechos de los sobre 750 mil trabajadores de la Isla.
En cuanto a la figura de Fortuño como potencial candidato a la Gobernación, el analista Carlos Díaz Olivo dijo que su imagen está tan lacerada a esta altura del cuatrienio que él no cree que las enmiendas a las leyes laborales, si es que se presentan, “le hagan una cosa significativa más”.
La única salida que Fortuño tendría es que en realidad los cambios propuestos redunden en la creación de más empleos, dijo.
La discusión en torno a la reforma laboral, agregó, le ha servido a Rivera Schatz para proyectarse como pro obrero , como un populista demócrata “frente a un Fortuño republicano que puede que genuinamente crea que es necesario enmendar la legislación del trabajo”.
Analistas y hasta líderes sindicales consultados por Primera Hora plantearon que de parte del movimiento obrero el Gobernador no debe esperar un enfrentamiento contundente con este tema, dado el pobre desempeño que demostró antes y después de materializarse los despidos en el sector público.
El líder obrero Luis Pedraza Leduc recomienda que esta vez sean los propios trabajadores los se organicen y se movilicen a la protesta.
“Si Rivera Schatz no quiere esa legislación, la reforma está muerta”, subrayó, por su parte, el analista Benny Frankie Cerezo, quien mencionó que lo de la jornada de diez horas diarias, cuatro días a la semana “es un disparate que altera el contrato social existente en la Isla desde hace muchos años”.
“Las reformas se hacen hablando con la gente. Tú puedes estar a favor del capital, pero no puedes afectar a los trabajadores”, dijo.
Añadió que en Puerto Rico no hay mucha conciencia laboral y pocos empleados privados están unionados.
En otras palabras, este gobierno tratará de quitarnos derechos laborales que con tanto esfuerzo se han logrado durante años para que el sector privado nos coma las nalgas. Una muestra más de lo mucho que le importa a esta imitación de gobierno el ciudadano trabajador. Recuerda, la nena te lo advirtió... Fortuño no !!!
Unos dicen que se aspirará... otros dicen que no. Lo cierto es que ante 2 años de puro desastre, este blog es dedicado a nuestro Honorable Bobernador Luis Flojuño y a la partida de cómplices que lo aplauden mientras utiliza su término para sus propios intereses y el de sus socios, y no para el beneficio del pueblo que lo eligió.
Lo unico que podemos hacer por ahora !
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